Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti. (Marcos 5:19 RVR60)
¡Qué gran comisión para el cristiano: para ir y hablar de las grandes cosas que el Señor ha hecho! Es una alegría para hablar de la cantidad de compasión que Él tiene para nosotros! Este hombre en Marcos 5 fue atado con cadenas espirituales cuando las cadenas que fueron hechas por hombres no podían detenerlo. Él era salvaje. Se cortó con las piedras. Estaba poseído por los demonios. Entonces, el gadareno se reunió con el Nazareno! Jesús se acercó y lo puso en libertad! ¿Te acuerdas de aquel día en que fueron puestos en libertad? Las cadenas se rompieron! Que invocó el nombre del Señor! Que se salvó! Fuerais ciegos, pero ya ves! Jesús le dijo que fuera a hablar de lo que ha hecho para usted! Estaba leyendo este pasaje en marzo de 1993, cuando vivía en Shreveport. El Señor me estaba diciendo que ir a casa a los testigos por él. Volví a West Monroe el próximo mes. Fui testigo de todo el mundo que me puse en contacto con. Fui testigo en el trabajo. Le dije a todos mis amigos lo que el Señor había hecho por mí! Perdí un montón de amigos, pero Dios me dio nuevos! Yo todavía voy y digo! Los mandamientos del Señor por medio de Su palabra no son penosos!
Pues este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. Porque lo que es nacido de Dios vence al mundo: y esta es la victoria que vence al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? (1 Juan 5:3-5 RV)
! Es la alegría en obedecer el mandamiento de ir y decirle! Las dos primeras letras en el Evangelio se van! Vamos a decir hoy!
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